dimarts, de gener 16, 2007

Dues Valències

"Y es que si uno es consciente, sabrá que habrá quien tendrá motivos para que los impuestos de los ciudadanos se vuelquen en inversiones para hacer de Valencia una capital para el turismo mundial: los constructores, los hosteleros, los restauradores de alto rango (que no los propietarios de los bares de barrio, esos no verán a un guiri en su barra que no sea un inmigrante -que bienvenido sea, por cierto-), los dueños de pubs de las zonas selectas (que tampoco los más asequibles para los jóvenes, a esos ¡zas!, que nos los corrompen), los propietarios de tiendas en las calles más chics... Todos esos se deben estar frotando las manos, no lo duden. Y eso, claro está, si los turistas son de los que gastan (recuerden en qué quedaron los ingresos que decían que originaría por la visita del Papa).

En cambio, los trabajadores por cuenta ajena o simples currantes, los que no hemos visto subir nuestro sueldo con el cambio al euro, pero sí vemos que tomar un "cubata" en el Carmen ahora vale 10 € o 2€ un cortado en la Plaza del Ayuntamiento porque hay turistas que pueden permitírselo, no sé qué motivos tenemos para estar tan contentos. Y más cuando a nuestro Ayuntamiento no le queda un duro para gastarse en las necesidades de nuestros barrios porque los ha malgastado en estos fuegos de artificio. Ante esta tesitura, sin duda creo que las cabezas pensantes detrás de tanto autobombo emitido a discreción, se han pensado que los segundos somos tontos y nos tragamos la patraña, saliendo a recibir los fastos que encarecen nuestras vidas con total alegría, como decía la canción de Bienvenido Mr. Marshall. Yo, que no soy tonto, aunque reconozca que se ha hecho una gestión provechosa para los empresarios de los sectores antes mencionados, desde luego no la aplaudiré porque para mí, los míos y la gran mayoría de mi ciudad, no lo ha sido . ¿Y usted, mi querido conciudadano?".

Reflexió de Testigo Accidental.