"Aquí he nacido yo, mi padre, mi abuelo y mi tiritiribuelo", describe Pascual Belloch, de 83 años, de la quinta generación de la familia que ha cultivado la huerta del barrio de Patraix, en Valencia, durante los últimos 200 años. Hasta ayer, cuando el Ayuntamiento derribó la primera alquería de las cinco, aún en pie, que allana el terreno que dará lugar a un nuevo PAI que prevé 3.200 viviendas. Los cultivos, degradados hasta convertirse en un gigante solar, están limitados por las calles de Fontanares, Virgen de la Cabeza y, por supuesto, la calle de la Alquería Benlloch.L'Ajuntament de València elimina les restes de l'antic poblat llaurador de Patraix. Podeu llegir la crònica d'El País.
dimecres, de juny 13, 2007
Progrès?
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